Un finde conquense

Hola majos!!

ahora me ha tocado conocer un lugar en pleno corazón de la Serranía Conquense, situado en el Alto Tajo, llamado El tobar.

Es el pueblo de una amiga, que junto a su familia he pasado unos días maravillosos!!! 

Desde Madrid, pasando por Guadalajara y tras unos cuantos kilómetros de curvas, llegamos a una preciosa hoz donde el agua y el viento han moldeado la roca como en tantos sitios en Cuenca. 

Tras esto, se encuentra Beteta, que he de decir que tiene unas morcillas de escándalo. El Tobar es una de sus pedanías.

El primer día ya probé el licor típico de allí, el Resolí. Es anisado, está bastante rico la verdad. También probé los zarajos que son... mejor no lo explico. Yo cumplí, me comí uno, jeje. 

Y me quedó por comer morteruelo que es una especie de paté de hígado de cerdo, perdiz, pollo, conejo, etc... especias y pan. 

Aunque el tiempo no acompañaba demasiado, fuimos a visitar el Nacimiento del río Cuervo que estaba a 28 km.

Y mira que esperamos un buen rato (tomando cañas en un bar) a que dejara de llover, pero no dejó de chispear en todo el día. Asique decidimos verlo con un brillo extra que le daba el paisaje mojado.

Las cascadas llevaban bastante agua, pero suelen llevar mucha más en otras épocas del año.

Aun así estaba precioso!

Y aquí es de donde surge el agua del río Cuervo. Este es el agujerito dichoso!!

El domingo fuimos a ver la Laguna Grande, que nace enclavada en un valle de chopos. Menudo fresco hacía...

Allí llegamos en un cochazo conducido por mis manitas! Cómo me lo pasé con tanto balanceo...

Dimos una vueltecilla por los alrededores, para que el perrote se diera un garbeo.

Y ya de paso cogimos unas setas.

Un finde completito, sabroso y divertido! Muy otoñal...

Besitos!!!