Cantabria verde (I)

Buenas amapolillas!!

Ya hacía mucho que no escribía nada eh?? Pues por fin he hecho un nuevo viajecito y este merece doble entrada porque es en el norte de España que a mí me encanta!

Esta vez ha tocado Cantabria, tierra de quesadas, sobaos y verdes valles pasiegos.

Después de un viaje entretenido, pasado por agua y a veces incluso por nieve, llegamos a un pueblecillo soleado llamado Cartes.

Sin problemas, encontramos los apartamentos rurales “La villa de piedra”. Allí Óscar, un hombre muy majo nos acompañó hasta nuestro apartamento que era una pasada de bonito.

Luego, nos fuimos a Santillana del mar, el pueblo de las 3 mentiras, ni es santo, ni es llano, ni tiene mar. Salvo eso, es pueblo medieval y mágico, todas las calles de piedra, la colegiata románica y se come de lujo!

Dimos con un sitio en la plaza mayor, “El castillo” donde pedimos un cocido montañés, una lasaña, un bacalao y un chuletón que estaban para chuparse hasta los dedos de los pies!

También visitamos la cueva de “El soplao”, no teníamos previsto ir, pero no nos arrepentimos para nada de esta experiencia. Es una cavidad única, ya que tiene la mayor concentración de formaciones excéntricas del mundo. Y diréis que qué es eso… pues esto.

Se me quedó bien la copla porque me encantó como lo tienen montado, para llegar a la cueva te montan en un trenecito y luego, ya dentro, hacen una visita guiada muy bien explicada y con unas luces espectaculares.

No pongo más fotos porque no dejan hacer y porque tenéis que ir a verlo.

Luego, fuimos brevemente San Vicente de la Barquera. A medio día, comimos unos mejillones y marmitaco de bacalao en Comillas.

Dimos un paseíto por la playa…

Y luego subimos y bajamos todas las cuestas que tiene Comillas. Y vimos hasta a un famoso! Tomamos café y un gofre buenísimo al lado del que presentaba lo más plus!

Hicimos la ruta modernista, pasando por el monumento al marqués, el cementerio, el Capricho de Gaudí (desde fuera), nos invitó a verlo un hombre muy majo desde sus propiedades.

Y luego seguimos por el Palacio de Sobrellano, la puerta del moro (de Gaudi también) mirad, se nota..

La preciosa playa de Oyambre en un parque natural. 

Al día siguiente, íbamos a ir al parque natural de Cabárceno, pero vimos en el tiempo que iba a llover y decidimos ir a visitar Santander, luego, ni llovió ni nada, pero nos hizo un viento huracanado de flipar. Dimos la vuelta entera a la Península de la Magdalena, donde se encuentra el Palacio Real.

Continuaré... 
Besitos!!!