Kalimera ómorfos (Buenos días guapos)!!
Cómo controlo el idioma ya, eh? jaja. Y es que casi llevo aquí en Atenas un mes con la tontería.
Este fin de semana pasado, el viernes nos sacó de fiesta un compañero del trabajo, Giorgo, natural de Atenas. Y tras sentarnos a cenar en una de las tantas terracitas que se estilan en esta ciudad empezó a llover y hasta que nos reubicaron debajo de un toldo estuvimos debajo de mi paraguas mientras bebíamos vino blanco, muy romántico todo.
Después, Giorgo nos llevó de chupitos de tequila morena, los cuales se hicieron sentir a la mañana siguiente, cuando habiendo quedado con mis compis para ir a Mikonos no me podía levantar de la cama. Y tampoco resultó muy mal el finde porque fui a un pueblo encantador llamado Nafplio. Se encuentra a orillas del mar Egeo, en el Peloponeso, con su castillo construido por los venecianos que domina el mar (de hecho, hay tres castillos que visitar aquí) y un bonito casco antiguo que serpentea tras las antiguas murallas.
Por hacerme esta foto me picaron los mosquitos en cuestión de segundos y ahora tengo los brazos que parece que tengo 4 codos. (Sin exagerar, ¿eh?)
Y allí arribota, detrás de este amiguito griego estaba la Fortaleza de Palamedes, que tras unos 1000 escalones se puede llegar.
Besitos!!!